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Joven tan joven que es dominante sin saberlo

Hace un tiempo ya que me están rondando varios pendejos, cuando digo pendejos me refiero a pibes de entre diecinueve y veintidos años. No terminan de concretar, pero preguntan y vuelven a preguntar. Me piden que los guíe para encontrar mis videos en la web. Son bastante populares para hacerse la paja, parece, aunque no sean la gran cosa, sólo yo chupando algunas pijas y un par de patas, pero no mucho más, bueno, y están esos planos donde me llenan la cara de leche, claro, que son mis favoritos, porque me gusta que me vean cubierto de semen, algo así como un rito de fertilidad. Me faltaría hacer uno donde fueran varios los que me cubrieran de leche, así la capa sería más espesa, no? En fin, metas personales que tengo. A veces sucede que alguno de estos chicos se decide y avanza un paso más y viene hasta mi guarida en Consti, el cuarto pelado y triste donde hago a los hombres felices. Hace un par de días cayó uno, que decía tener veintidós, alto, morochito y cuerpo de deportista, de depo...

REGALO DE NAVIDAD

El chabón es uno de esos que me escriben una y otra vez y nunca concretan, diciéndome que no se animan, porque sería la primera vez con un trolo. Esta vez arranca de la misma manera, me pregunta los detalles de la sesión y yo ya ni me gasto, busco en el archivo el mismo audio que le mandé hace unos meses y se lo reenvío, esperando que con eso le baste para hacerse una paja solitaria, como debe haber hecho las otras veces. Pero esta vez se manda y me pide pasar en cinco minutos, un arrebatado el loco. Le digo que lo puedo recibir recién en una hora y él espera una hora dando vueltas por el barrio, que no es precisamente el más amable para ponerse a pasear. Cuando se acuesta en la camilla, está temblando de nervios y las manos le transpiran, ahí entiendo que sí, es absolutamente cierto, es la primera vez que va a tener un encuentro con un puto. Le toco las manos, le acaricio la piel para que se tranquilice, y se le empieza a parar la pija. Qué manos suaves tenés, me dice. Yo no tengo man...

Otro camionero que me hace la cola

Tiene la pija larga y curvada hacia abajo. Pero muy curvada. Y yo tengo unas ganas terribles de que me la ponga por la cola. Ya me garchó con esa pija. Igual no quiero forzar la situación. Tengo que esperar hasta que el chabón me lo pida. El chabón está todo bronceado, porque labura en la intemperie con el camión, y tiene tremenda mirada de pícaro. Ya en el ascensor me empieza a sobar la cola, a meterme la mano bien en la raja cuando me doy vuelta para abrir la puerta. Arqueo la espalda y saco la cola para hacerle sentir que está todo bien. Me pide permiso para pasar al baño y lo escucho, primero mear y después lavarse bien la chota. Bien, buena actitud, me gusta la gente limpia, demuestra tener calle. Si hay algo que no se les puede engar a los camioneros es que tienen calle y, en la cama, es mejor tener calle que tener clase, no sé si me explico. Estoy un buen rato chupándosela, primero le chupo el cuarto inferior de la chota, el que tiene más doblado, subo y bajo hasta donde la pija...

Adoración completa

Arranco sentado a sus pies, con mis piernas cruzadas, me inclino sobre mi cadera, hundo mi cabeza entre sus muslos, pero lejos de la pija todavía, le tomo las manos y me quedó así, masajeándole las manos. Esta es la dedicación de la adoración. La adoración es un tiempo durante el cual le voy a dar el tratamiento de dios en vida. Le masajeo los pies, me tomo un buen rato, lo hago a conciencia. Sus pies son jóvenes, rosados y carnosos, el color parece brillarles desde adentro. Él es joven, lo sigue siendo, (veinticinco?, veintiséis?, no creo que más) a pesar de haber comenzado a venir conmigo hace tantos años. Para masajear el empeine apoyo su pie sobre mi esternón, sus dedos tocándome la base de la garganta, si apoyo un poco mi peso encima suyo puedo yo mismo, con su pie, cortarme un poco la respiración. Me gusta sentir el peso de su pie contra mi garganta. Tomo el pie por el tendón de aquiles y beso, lamo y mordisqueo el talón. Esto, más allá de la adoración, tiene, en sí, una función ...

¡Qué dilema!

El pibe me encanta. Tiene un cuerpazo, pero no de gimnasio. Está en sus genes de morocho cordobés. Mulatito. Tiene una colita así como la tienen los negros, redonda y bien parada que le moldea los pantalones. No tiene grasa en la panza tampoco, pero eso puede ser porque todavía es joven y no ha tenido tiempo de acumularse, porque creo que de gimnasio, no hace nada. Si se la pasa trabajando. Es camionero cordobés. Termina en mis manos, como muchos otros camioneros, porque estoy a la vuelta del sindicato. El problema con el chico este es que recontra pasivo, la concha de la lora. Qué detalle. Ya una vez me lo cogí, él pibe tuvo que apretarme todo el tiempo los pezones mientras yo le puerteaba la cola hasta que finalmentelmente le entró mi garompa. Ahí no tuve que hacer mucho más, porque él sólo hecho de que hubiera podido penetrarlo lo hizo acabar al pibe. Y el pibe es cero maricón, es re chonguito, sólo que me quiere por mi pija. Ya hoy le dije, cuando me volvió a mensajear, pero amigo ...

Hasta la última gota de leche

Me encanta su pija, ya la conozco. Y me encanta cómo la usa. No me coje mucho porque yo le insisto en que se pongo forro y él la tiene muy gorda y le apreta. Ahí llegamos a un punto muerto, que generalmente termina en que viene por un pete y se va. A eso él lo sigue llamando "venir por un masaje", o "por un masage", porque escribe con muchas, muchísimas faltas de ortografía, lo cual suma al morbo, claro. Es flaco y fibroso, de treinta algos, lo que hace que su pija destaque más en el centro de su cuerpo. Estos flacos pijudos son los que mejor te la ponen. Yo, por si acaso, me preparo la cola, en caso de que cambie de idea. El chabón tiene pésima ortografía y peor dentadura, pero es limpísimo, de una pulcritud que compensa todo lo otro. Pobre, pero limpito, no sé qué personaje de televisión decía eso. Me gustan los hombres limpios, y les juro que los más roñosos los encontré cuando iba a servir a domicilio a barrios como Recoleta. Así como en los barrios bajos pareci...

Compartir lo bueno

Este pendejo ha estado insistiéndome por meses para que lo vuelva a recibir. No entiende que me quería retirar, que ya estaba vieja para seguir rifando finales felices en Constitución. Y la persistencia tiene sus frutos, porque las vueltas de la tortilla han hecho que reconsidere en algo mis decisiones, pero, aún así, siempre que me ha pedido pista, yo o ya estaba con otro chabón o saliendo a hacer otro plan. Hoy me vuelve a tantear y yo, les juro, estoy re cansado, se lo digo, pero él me lo ruega, me dice que super necesita un masaje, y que va a ser sólo eso un masaje rápido y ya, sin sexo. Okey, le digo, pero que sea ahora, porque me voy a quedar dormido antes. El pibe me dice que en cuarenta minutos llega, pero está en veinte, re ansioso, el chabón. Cuando le abro la puerta noto que está más delgado. Es petizo y tiene buen cuerpo, pero las últimas veces se había venido achanchando y había sacado una panza bastante grotesca, pero la juventud tiene esta flexibilidad de adelgazar fácil...