Puto reventado

Ayer un chabón me dijo puto reventado. Me lo dijo como piropo. Igual me quedé pensando si esto era ser un reventado, haberme comido tres pijas en el día como si nada, el atleta de la mañana incluido. Al final me perdí de ver a Lali en la marcha por hacerle una garganta profunda a un rubio pijudo. Disfruté cada milímetro de pija, eso en sí fue un festejo. Lindas pijas. Las tres. El rubio me trataba como a una puta, siempre muy caballero, pero dominándome con gentileza terminé haciéndole una garganta profunda intermitente por un buen rato. No dejándome salir de la posición de hundírmela hasta la garganta, mientras me metía los dedos en el orto. Un morbo tenía el rubio, asombroso. Me re garchó así, en esa manera medio fetichista, yo le hacía garganta profunda y el me metía mano. En un momento frené todo y le traje un guante y algo de gel para q se pusiera, pero después seguimos hasta que acabó. Pero hasta acabar fueron muchas metidas de la pija hasta la garganta. Él me dominaba con tanta gentileza, con su mirada de convicción sobre esa pija tan grande, tan rosada y tan dura, que yo me excitaba mucho obedeciéndolo. Los más pijones que me he encontrado han sido rubios, este era tan pijón que, cuando le hacía la garganta profunda, sentía que toda mi cabeza estaba llena de su pija. Una vez que empezó a entrar en la garganta, que la garganta se acostumbra a que empiece a pasar la cabecita de la pija, de a poco se relaja, es parecido a un culo, o a una vagina en el fondo de la garganta. La garganta se va relajando y despué la pija entra y sale con más facilidad. Aproveché un momento para descansar cuando él quiso frenar para no acabar y me senté al lado suyo, plegado sobre mis rodillas, como una bolita, dejándole el orto al alcance de la mano y la pija suya me quedó medio de costado. Apretaba con los dedos la base de la pija, para dejar al descubierto toda la extensión de carne que me había metido por la garganta. Asombrosa esa pija. Respiraba profundo y me la volvía a meter, encajaba la cabecita de la chota sobre la apertura de la garganta y dejaba caer el peso de mi cuerpo sobre la pelvis del rubio, la pija se metía por la garganta incluso de costado, así se me había relajado la vagina que tengo ahí. En un momento pude distinguir la forma de la chota esa tan grande bajándome por la garganta. Eso se sentía ser poseído, dominado, lleno de pija. No la podía mantener mucho tiempo ahí, pero alcanzaba a darle tres idas y vueltas en la garganta, arriba y abajo por la garganta movía la pija yo unas tres veces, antes de tener que sacarla y respirar. Se me saltaban las lágrimas, pero qué bien que se sentía. El pibe estaba que volaba de gusto, pero tuve que corregir la posición de la mandíbula, porque al final, cuando el apretaba la pelvis contra mi cara, para que la pija llegara más abajo, él alcanzaba a sentir mis dientes contra la piel, así que tuve que casi sacarme la mandíbula de lugar para que él no sintiera presión de los dientes, mientras su pija me bajaba por la garganta. En un momento lo más difícil pasó a ser eso, abrir bien la boca y relajarla, porque la pija había comenzado a bajar hasta la garganta mucho más fácilmente. Por eso también la sensación de que me estaba abriendo al máximo para que entrara tanta pija. Amé servirlo. Qué tipazo. Re cheto, pero buena onda. Parecía re tranqui, pero al momento del garche se caen las máscaras y este rubio tranquilo pelo tremendo morbo dominante. Y siempre amoroso y buena onda, eso me gana, dominante y caballero. Le cojí la mano un poco. Cuando me dijo que no quería meterme la pija, que quería que yo siguiera con la garganta profunda mientras él me metía los dedos en el orto, le pedí que dejara quieta la mano y yo empecé a caderearle encima de la mano, movimientos circulares chiquitos, para que entrara despacito y buscándole el gozo, que es como entran mejor las pijas, y así entró un toque más y el volvió a acariciarme adentro hasta la próstata, y yo así, mientras relajaba la garganta entre bajada y bajada sobre su pija, respiraba y sentía cómo su mano se movía dentro mío, y la gozaba, gozaba ese tacto, y cuando volvía a bajar sobre la pija, para volverla a meter hasta el fondo de la garganta, la pija entraba con más facilidad y yo sentía que me llenaba de la pija de ese hombre maravilloso. Amor puro, amor físico. Estar siempre así, buscando esa sensación. Lleno de pija ¿Eso es ser un reventado? Yo lo que hago lo hago con la mejor onda.

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