Acosado y garchado

Un pibe me estuvo mandando mensajes durante semanas y a mí me había parecido medio turbia su actitud esa de insistirme. Para charlar, él quería charlar, decía. No soy muy del gosteo, así que en un momento me cansé y le fui directo: esto no va a pasar, no insistas. Pero volvió a aparecer, y me volvía a preguntar si podía verme, para que "le explicara cara a cara qué era la reflexología" y haciendo como que no me había hablado antes, yo creo que esperando que ya me hubiera olvidado de él. Cuando me di cuenta de que era el mismo se lo comenté, pero le di cabida. Estaba a 5 minutos de mi casa el pendejo. Le dije que "la charla cara a cara" tenía que ser en mi gabinete, no me iba a poner a hablarle en la puerta del edificio o en la calle. La camilla, los que han estado acá saben lo que es, así que se pueden imaginar que no era un sitio como para ponerse a charlar como en un bar. Aunque él se encogía todo en un extremo, algo amedrentado, porque él decía que sólo quería conocerme y charlar, yo me saqué la remera, porque, cuál es el sentido de venir conmigo, querer conocerme, si no querés cogerme? O no sé, algo sexual. El pibe sacó mi teléfono de un aviso con la foto de cómo me cuelo un dedo en el culo. Igual pasaba por otro lado. El pibe pensaba que le iba a cobrar. Cuando le hice tocarme los pezones (mi señal de arranque), retiró las manos y se sinceró: es que no traje plata encima. Me enterneció. Bastó que le dijera que no pasaba por ahí, para que se sacara la ropa, yo el resto de la ropa también y nos sentáramos frente a frente a tocarnos. Cuerpo chiquito, blanquito, pero bien nervudo, la pija ya la tenía parada. Pija chica, pero de muy buena erección. El tamaño y la consistencia de un abridor mañanero. Es tremendo que lo haya pensado así, pero fue así, porque estaba pensando que en unas horas había quedado en encontrarme con un tipo realmente pijudo y estaba preocupado de que después no estuviera la cola lo suficientemente relajada, así que lo vi y pensé que me venía muy bien para empezar a abrirme la cola desde temprano. El pibe era un fuego. Le decía que me tocara los pezones como si fueran clítoris y el me miraba desconcertado, porque nunca había tocado un clítoris antes. Yo le toqué sus pezones para demostrárselo y él me dijo que sólo sentía cosquillas. Entonces el tacto tiene que ser más duro, le dije, y apreté. Ahí a él vi cómo le chispearon los ojos de placer, y la boca se le empezó a hinchar, la entreabría y empujaba la cabeza en mi dirección, como si buscara besarme. No nos besamos. Se me tiró encima de las tetas y me las empezó a chupar, yo le acariciaba la cabeza y le decía sí bebé, chupame así. Muy bien me las chupaba, yo me había calentado re rápido. Con él me sentía como la Coca Sarli, la puta experimentada y el pibe enloquecido de las ganas de ponerla. El ya tenía la pija muy dura. Me gustaba cómo le había cambiado la personalidad en cuento pasamos a fase sexual. Se notaba que el pibe garchaba mucho y que sabía lo que le gustaba. Muy lejos de la timidez del principio. Era medio bestia. Pero eso porque todavía era pendejo y no sabía regular la fuerza de su pija. Primero le hice un pete, pero no fue demasiado largo, porque yo quería que me garchara y él quería garcharme. Lo evalué un instante y concluí: con vos es mejor que me ponga en 4 patas. Así que me puse en 4 y le pedí que me apoyara y se quedra quieto mientras yo le agarraba la cabecita de la chota con el anillo de mi ojete y lo iba moviendo arriba y abajo y en movimientos circulares para los dos lados, pero de a poquito, movimientos chiquitos que iban haciendo que la pija solita se hundiera dentro del culo. Cuando vi que no entraba más le pedí que empujara un poquito con la pija y él ahí empujó y la pija se hundió varios centímetros más. Casi que me dolía, pero no llegaba a eso. Él me mientras me sobaba el lomo, me acariciba las tetas. Yo movía la cadera de manera circular para sentir a la pija dentro de mi cola y él se entusiasmó y, al ver cómo entraba toda la pija, se me puso a coger él bien rápido. Pero medio a lo bestia, así que le digo "con amor, hacémelo con amor". Y él más despacio me daba, pero igual de brusco. Así que le dije, quedate quieto un toque, y yo empecé a moverme sobre su pija con algo más de cadencia y él fué buscando un poco mi ritmo, no se podía quedar quieto pormás que se lo pidiera. Mucha energía el pibe, muchas ganas de garcharme, por eso tenía que frenarlo. Finalmente noté que mi cola ya estaba recontra abierta, así que me apoyé sobre el abdomen, levanté la cola arriba y atrás y le dije "ahora sí, garchame bien fuerte, mi amor". Y ahí el pendejo se me puso a hacerme un ritmo porno en la cola, así como super rápido y duro, y después algo que me gustó que supiera, se encaramó a cuclillas por encima de mi cola, para que la pija llegara más adentro y así me siguió dando con ese ritmo de película porno. Yo ahí super gozaba con sus movimientos rudos, porque ya estaba toda abierta y receptiva. Y el pibe la verdad que tenía idea de cómo hacerla valer a su pija. Así me dio duro en la cola hasta que acabó. Y así fue cómo la buena acción de dejarlo cogerme al pibe que me acosaba tanto, resultó en un polvo impensado. La verdad es que esto diciendo que sí a muchos chabones a los que antes esquivaba, es como que esto que me dijeron el otro día de que soy un puto reventado, me peguó bastante, porque caigo en la cuenta de que sí lo soy y bueno, es lo que soy, me gusta la pija, y si digo que no me la pierdo, me tengo que hacer cargo. Nunca me siento tan puto como cuando me doy cuenta que soy demasiado tonto para darme cuenta de muchas cosas y que mi única capacidad real es la de servir a los machos.

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