Pibe de Capoeira

Me mensajea por whatsapp, pregunta los detalles y se manda al toque. Por el portero eléctrico me dice su nombre, y aclara "teníamos una cita a las 7". Es un pendejo corpulento. Hace capoeria. Le pregunto si vio el anuncio donde estoy mostrando el culo, me dijo que no, que era un anuncio normal, que la foto creía que era la misma de mi whatsapp, mostrando la cara. Había anotado el número hacía un tiempo y ahora se decidía a llamarme. Tiene los músculos muy duros de tanta tonificación. Tengo que hacer fuerza para llegar más allá de la superficie. Eso le gusta, gruñe de satisfacción. Se queja de que los masajes siempre le resultan muy superficiales, que las pibas que lo han masajeado no le hacen sentir nada. Las plantas de los pies las tiene recontra curtidas, todas recubiertas por un gran callo duro, que le salió por el entrenamiento de capoeira, tengo que cerrar los nudillos y presionar con fuerza también para que sienta algo. Los dedos no se los toco, porque están contaminados de hongos. Si bien se perfumó para venir, los pies tienen un olor punzante, aunque no del todo desagradable. La pija, cuando está fláccida es chiquita, pero cuando se para toma un tamaño razonable, aunque no me desagradan las pijas chicas, son cómodas para chupar. No me desagrada ninguna pija, en realidad, ninguna pija que esté limpia, se entiende. Cuando empiezo a tocarle la pija, y veo que responde a mis toques, empezándose a hinchar, le agarro las manos y se las llevo a mis pezones. Siempre estoy diciendo lo mismo, cuando llego a la parte erótica: a veces es bueno que el tipo haga algo con las manos, tocar también es parte del juego sexual, así que si quieren tocar, que me toquen los pezones, que es como pueden invocar a la puta dentro mío para que se manifieste. Me toca un poco, pero se cansa y suelta los brazos a los costados y se queda esperando que lo sirva. Es la situación del esclavo. Dar un servicio así es mucho más una condición de esclavo que todos los jueguitos sado master, con látigos y vestuarios. Es mucho más real. Y también, una vez que acaba el encuentro sexual, se acaba el rol. Se la termino de parar al toque, el chabón es re pendejo y la sangre joven se calienta fácilmente. Le pregunto si quiere que me la meta en la boca, porque hay tipos que prefieren sólo con la mano, y, cuando me dice que sí, le pido por favor que no me acabe adentro. Esto se lo digo a todos. No sólo por la cuestión de salud y profilaxis estadística, sino porque ver el semen me hace terminar de entender el estado en que está su cuerpo. Cuando me la meto entera hasta la garganta y mi nariz topa contra su ingle noto que hasta en los pendejos se puso perfume. Eso me halaga, el chico se preparó en serio para la sesión. Me asalta una duda y le pregunto: preferís que lo haga lento o rápido? Él se queda pensando, noto que no lo había considerado, y me dice, como quien elige gustos de helados "un poco y un poco". Se lo hago lento hasta que empieza a gemir y mover la pija dentro de mi boca con movimientos de cadera, ahí empiezo a hacer rápido, no mucho, porque él me frena y me dice que está por acabar. Me salgo y le masajeo el tronco de la pija, y sobretodo el frenillo. Luego vuelvo a darle con la cabeza, y él a suspirar de lo bien que la está pasando. Lo dejo caderear dentro de mi boca un tiempo más a ritmo lento, me pasa algo particular, a mí como puto, en ese momento, que siento que su pija, cuando se mueve dentro de mi boca, está conectando con algo que está más allá mío, con una idea suya del placer masculino que busca con sus movimientos en mi boca, y que yo soy sólo el intermediaro para ayudarlo a él en esa búsqueda personal, me entrego a esa sensación y acompaño sus movimientos, hasta que siento que está por acabar nuestra hora y apuro el ritmo otra vez, lo hago llegar al borde del orgasmo enseguida. Cuando saco la cabeza de la pija chequeo la hora, a ver si estaba bien, y sí, sólo nos quedaban 5 minutos. Es importante no colgarse con la hora, porque por ahí la otra persona tiene cosas que hacer y es muy simple perder la noción del tiempo, por más que ambos, cada quien en lo que le corresponde, lo estemos pasando bien. Con 3 golpes de mano le hago soltar la leche y lo limpio. La leche era algo transparente, que quiere decir que posiblemente venía de hacerse la paja. Nos dejo unos 10 minutos de descanso posterior, para que el pibe pueda terminar de soltar el cuerpo, hasta que siento que sus piernas empiezan a moverse con el reflejo de los primeros momentos del sueño. Cuando lo despierto con un gong, me dice que por unos minutos sentió "que se fue". Yo lo felicito y le digo que estoy para servirlo y que si sabe de alguien más que quiera venir, puede recomendarme, que yo voy a estar feliz.

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