UN PIBE HUMILDE

Está viendo cómo se las rebusca. Ahora vende medias en la calle. Es la segunda vez que viene. Tiene escoliosis a la altura del corazón. Linda pija, algo más larga y fina que la mía. Se le re para. Bueno, es pendejo, tiene el vigor de la juventud. Yo, si no fuera porque nunca eyaculo, se me recomplicaría para que se me pare. Este chico la re sacó a la técnica de cómo pararme la pija apretándome los pezones. Iba de un pezón al otro y apretaba con fuerza, concentrado, mientras que con la otra mano me sostenía la pija y la sacudía arriba y abajo. Cuando la pija se bajaba, me agarraba las tetas con las dos manos y así me la volvía a parar. Yo estaba que volaba, y lo pajeaba con una mano, mientras él hacía la suya. Me la quiso chupar, dijo que era la primera vez que se lo iba a hacer a un tipo, que conmigo se podía relajar. Le expliqué cómo hacer un 69 y al toque lo tuve de costado, garchándome la garganta, con esa pija larga y fina, tan dura. Mientras tanto él me chupaba la pija, y de tanto en tanto volvía a estirar el brazo hasta mis tetas, para endurecérmela. Le tuve que pedirle por favor que parara, porque iba a acabar, y eso para mí era un desastre. Porque iba a tener que pasar tiempo hasta poder volver a tener una buena erección. Quería que me lo garchara. Le dije que era imposible que yo me garchara a nadie. Y sin embargo, después me quedé pensando, yo estaba tan caliente y él me estaba manejando tan bien la erección, que quizás podríamos haberlo intentado. En la postura correcta. Porque él lo intentó, pero con una postura incorrecta. El se había sentado frente a mis tetas y me daba y daba a los pezones, cuando veía que la pija se me ponía dura se la quería encajar en la cola, sentarse encima. Pero no pasaba nunca de apoyarle la pija sobre el agujero. Le hice un masaje de próstata y creo que la pasó bien. No acabó. Me preguntó si se había vuelto puto ahora que había chupado pija, de la misma manera que me había preguntado el terraplanista con el que había pasado toda la noche. Después nos quedamos charlando de formas alternativas de subsistencia, en el caso de que ya lo de los masajes deje de andar. Me dijo que después podía hacer una historia con nuestro encuentro, que pusiera que me había venido a visitar un pibe humilde. Hola, amigo, acá está.

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