Siempre hay una pija para el puto

Hoy me dejaron plantado. Un chabón que jodía y jodía con venir, y no era la primera vez que venía, quería repetir. Pero no vino y así quedé plantado, pero al toque me llamó otro, que se había enterado que ya había vuelto de un "descanso" y me pidió por favor de pasar. Así que el plantón duró algo menos de media hora en ser reemplazado. Es que son cosas que pasan cuando uno se hace cargo del lugar que ocupa en el universo y se asume como puto, es decir, como alguien funcional al placer de los varones. Siempre hay algún chabón con ganas de que alguien lo atienda. Siempre hay una pija para el puto. El puto sólo tiene que hacerse cargo de su condición y el universo provee naturalmente. Más si se corre la bola de que tenés buena técnica para manejar la pija ajena. Esa, al menos, ha sido mi experiencia. Desde que decidí cumplir mi destino de puto, por naturaleza dedicado al placer de los hombres, que nunca me faltaron porongas que quisieran bañarme en su leche. Es que los chabones en serio saben que hay pocas personas que sepan tratarles mejor las pijas, con más respeto y dedicación, que un puto con la actitud correcta, que sabe que está cumpliendo la función del deslechado y nada más. El de recién era un chabón que ha venido desde hace bocha, que me encontró cuando publicaba avisos en la web con mis servicios, y que después de varias sesiones se hizo amigo y comenzó a pasar como tal. El chabón es uno de esos tipos que vive para su pija y siempre había querido un puto que estuviera a su disposición siempre que quisiera, y bueno, lo tuvo. No era particularmente buen amante, pero era un pendejo bonito y me caía bien que tuviera tan clara mi función. A la larga, esto ya lo he contado, fue él el que descubrió mi punto erógeno y, por decirlo de alguna manera, me hizo gozar en serio por primera vez cuando empezó a tocarme las tetas de una manera determinada que me enloquece de placer. Pero me pone ciega de todo lo que gozo. Yo que soy la más pasiva de todas, pero así se me recontra para. Hoy le dije, en cuanto él se bajó los pantalones y se sentó en un sillón para que se la chupe. "Tocame las tetas, haceme gozar" y me puse a chupársela mientras me tocaba las tetas y su pija se paraba en mi boca, mientras la mía se paraba también de lo bien que me tocaba. Hay chabones que no les gusta que se me pare la pija, pero a éste sí. Desde que hace que se me pare, cuando me toca las tetas, que le encanta agarrármela y pajearme, mientras se la chupo. "Qué pasa si me pongo tu pija en mi boca?" me dice. "No pasa nada, está todo bien, pero seguí tocándome las tetas" le digo yo, gozando, porque es que me toque las tetas lo que hace que se me pare, no que me toque la pija. En ese sentido soy casi como una travesti. Mi genitalidad está en las tetas, la pija es la yapa. Igual el pibe nunca se ha animado a chupármela, siempre juega con la idea, pero nunca se ha animado. A mí, mientras me toque las tetas, está todo bien. Lo esencial pasa por las tetas, en cuanto a mi placer, después que la chupe si quiere y si no, todo bien. Yo ni siquiera me hago la paja cuando estoy solo, nunca. No me cabe. Soy lo más puto del mundo. Las únicas pijas que me importan son las de los chabones que sirvo. Después de tanto tocarme y tironearme los pezones, se me habían super alargado, como clítoris, y ahí el chabón lo que le dio morbo hacer fue intentar meter mis pezones por el agujero de la uretra de su pija, eso es el agujero de la punta del glande. Me decía "cojeme la pija con tus tetas". Y les juro que se sentía bien. Era raro. Nunca se me hubiera ocurrido. Pero yo tenía los pezones tan sensibilizados que el contacto con la piel suave de su glande, todo cubierto de presemen, también me hacía gozar, aunque no tanto como cuando me tocaba con las manos. No es que llegara a meterse mucho el pezón dentro de la pija, pero algo pasaba, y el morbo corría. Después me pidió que me diera vuelta y le perreara sobre la pija con la raja de mi cola. Es decir que le frotara mi ano arriba y abajo de la pija bien parada, con movimientos de cadera. Como tengo la cadera liberada es algo que puedo hacer sin drama, me agarraba de sus pantorillas, bajaba el tronco y arriba y abajo le frotaba la raja de mi cola contra su poronga. "Qué orto tenés, me muero!" lo escuchaba exclamar detrás mío. "Te quiero hacer el orto!". Pero mientras fui a buscar los forros me empezó a llamar el otro chabón, el que me había plantado antes, y ése no era amigo, ese era más onda laburo, así que le dije que nos teníamos que apurar, pero él no quería hacerlo apurado, "a la noche paso y te cojo, prometémelo". Sí, sí, claro, le dije, siempre estoy dispuesto para un amigo. Pobrecito. "Ahora haceme acabar, chupame bien la pija" me pidió, "y mirame a los ojos mientras la chupás, así, con esa cara de putito". Y yo lo obedecía en todo. "Dejame que te coja un poco la boca" y se paró y me agarró de la nunca mientras empezó a mover la cadera dentro de mi garganta. Al principio me hizo atragantar un toque, pero después todo fluyó re bien, y me cojió un ratito ahí, hasta que el telefóno volvío a sonar, y ahí sacó la pija, me agarró de los pezones y me hizo pajearlo hasta que el pecho y el cuello me quedaron llenos de leche. Ojalá la leche siga cayendo así sobre mí, es lo que da sentido al puto.

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