Sucio y feo
Por teléfono me faltaba el respeto, se reía de mí, me llamaba "doctora". Cuando vino era feo y era sucio. Panza cervecera, hongos en las uñas y mal olor en los pies. Los pies me calentaban sin embargo. Tenían buena forma y tamaño. Cuando se los empecé a tocar, él bufó de placer "qué bueno!", "qué manos suaves tenés!", "qué bien me tocás!". Todo eso me decía, y las irreverencias, que se había permitido por teléfono, en persona no le dió para hacerlas, fue más cuidadoso, pero se le notaba esa vibra prepotente, de conducirme hacia donde él quería. Para limpiarle las manos con alcohol, me plegué sobre la cadera y apoyé mi cabeza entre sus muslos, eso ya lo puso con la pija a media erección. El chabón estaba re caliente con la situación. No esperó que terminara los pies, me dijo "tengo acá una molestia, sabés?", tocándose el muslo, "que estuve jugando al fútbol ayer". Eso es código para "vení a tocarme la pija, puto". El chabón quería el extractor de semen. Sonreí y subí hasta el muslo, se lo toqué un poco, rozándole la pija con el brazo y eso bastó para pararla por completo. Le bajé el frenillo y la pija también era bastante desagradable, un meato largo e irregular afeaba todo el glande. Para salvar las formas le dije "querés que siga con el masaje, o preferís que arranque ya con esto?". El me miraba con los ojos turbios "arrancá con eso, dale". "Me la voy a meter en la boca, pero no me acabes" le dije mi frase de cabecera, andá a saber las cosas que le saldrían de la pija a este guarro. Se la chupé con los pasos usuales, primero lentamente, evaluando grosor y largo con la medida de mi boca. Pija regular, ni muy gruesa, ni muy larga. Otra vez, mal olor. Cuando aceleré el ritmo, él se acopló al movimiento primero y después tomó el control, levantando bien la pelvis y cojiéndome la boca, por lo que yo me mantuve inmóvil a cierta altura para que el se moviera con facilidad. Cuando se cansó de darme así, volví a cabecearle con velocidad encima de la pija y al toque él farfulló algo medio incomprensible, así que me saqué la pija de adentro y estaba buscando el aceite, para terminarlo con las manos, cuando veo que ya había eyaculado, sin necesidad de que lo siguiera tocando. Saqué la cabeza justo a tiempo para evitarme el lechazo. El semen era amarillento y aceitoso. Todo él fue muy desagradable, muy guarro y, sin embargo, yo quedé re excitado. Qué loca es la sexualidad del puto, a veces me sorprendo, no había nada en mi yo consciente que me gustara del tipo este (bueno, los pies, pero aún así, eran medio un asco) y aún así quedé re caliente. Quizás fuera un poco su actitud, no sé, que estaría actuando a nivel de arquetipo inconsciente, comunicándose directamente con mi base psíquica de puto. Me fui a dormir con la sensación agradable de un fuego dentro de mi pecho.
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