Un canchero viejo

Cae al toque de llamarme, sin mucho preambulo. Por la voz noto que esta excedido de peso, por las palabras que utiliza, que es bastante viejo. Resulta ser de lo mas divertido. Putaniero viejo, con re codigos de portenio. Medico. Muy capo. No se que tengo con los medicos, es el ramo que mas me esta llamando estos meses.

El tipo tiene esas formas de canchero, de mucha vida y mucho roce, que hace que nos sintamos los dos comodos al toque. Le cabe como la chupan los putos, pero no las pijas, me dice, asi que me la cubro con el suspensor. Todo charlando re tranquis. Quiere que le vaya enseguida a la verga, sin perder mas tiempo y si puedo acomodarme de modo tal que me toque la cola. Le pongo un guante y vaselina y el chabon me empieza a meter dedos mientras le chupo la pija. Medio bestia para ser medico, asi que me saco la verga de la boca, para demostrarle con su pezon como tiene que ir presionando el esfinter para que se me abra solo. Asi acaba al toque, solteando puteadas muy graciosas. Tiene eyaculacion retrograda, sin leche. Que siempre me resulta desconcertante, porque no se bien cuando es el momento exacto en que alcanza el orgasmo. El me dice que los orgasmos no son tan satisfactorios desde que dejo de eyacular.

Esto sucede enseguida de haber empezado. Asi que me voy hasta sus pies y se los empiezo a masajear mientras el me cuenta anecdotas de cuando era joven y se garchaba a una medica en el hospital y tambien a un jefe de enfermeros que le miraba la pija de reojo en el banio de residentes. Luego de unos minutos me pide que vuelva a lamerle la pija, que la tiene super blandita de tan flaccida. Me afirma que si tuviera una ereccion mas dura no vacilaria en hacerme la cola. Yo juego con la pija blandita toda en la boca por un buen rato y el me pega caderazos dentro adentro. Siempre pidiendome permiso antes, pero siempre haciendolo. El tipo un capo.

Me re cabe esta impronta de portenio que sabe como comportarse y conseguir todo lo que quiera a fuerza de carisma y actitud. En el medio lo llaman por telefono del hospital y el tipo ni se inmuta, les habla con el ganso en la mano, ya recontra parado, como si nada. Me cambio de posicion y me coloco al lateral suyo, porque quiere que le de mis pezones mientras se la chupo. "Parece que es cierto que sos re sumiso", dice muy contento. "Gauchito, mas que sumiso", le aclaro yo mientras vuelvo a meterme la pija en la boca.

Cuando esta acercandose al segundo orgasmo ya todo se desordena un poco mas y me empieza a lamer el los pezones y a pedirme la boca. Me encanta de estos viejos porque saben darle el valor que se merece a un buen beso de lengua. Y asi besandonos le sacudo la verga con la mano llena de aceite hasta que vuelve a acabar. Despues nos quedamos un buen rato charlando de todo un poco, super familiares. Un tipazo, la verdad. Portenios asi, con esta cancha onda nueve reinas, hacen que, a pesar de la miseria, valga la pena vivir en Buenos Aires.

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