Futbolista

A la tarde cae un futbolista. Hecho percha con lesiones que se hizo en el juego. Necesita trabajo muscular en serio. Pero me cuenta todos sus problemas mostrandome la chota distraidamente, como si nada. Parece acostumbrado a que lo sirvan. Le hago un buen masaje. Las piernas que tiene son increibles, da gusto trabajarlas.

Se le para recien cuando presiono mi pecho contra la chota, mientras le hago un drenaje linfatico en los sobacos. Ahi le empiezo a dar al glande con las manos aceitadas primero, y despues con la lengua, tranqui. En determinado momento me pongo un guante y le tanteo el ojete, pero me frena. "Yo no naci para gozar por ahi". Asi que me disculpo y vuelvo a trabajarle el pedazo, que recupera enseguida su rigidez de roca. "Tenes manos magicas" me dice "se nota que te gusta mucho la pija" y se le pone mas dura mientras lo dice.

Sus huevos se le han puesto bien redondos, de lo cargados de leche que estan. Me los quiero meter a los dos en la boca, pero son tan grandes que no me entran. Le doy cabeza un buen rato más, en determinado momento la muevo tan rapido que siento como si me estuviera garchando fuerte en la boca. De su pija empieza a salir un olor a hormonas que me cubre por completo, como si yo fuera parte de su cuerpo, un apendice de su mano cuando se masturba. Yo solo importo en ese momento porque tengo una pija parada en la boca. Me da morbo sentirme asi convertido en un objeto que solo sirve para sacarle la semilla de los huevos a un macho, siento un cosquilleo en la cola y hecho en falta la sensacion de ser completamente sometido a pijazos por el ano. Pero el esta en otro plano, con los ojos cerrados, concentrado en las sensaciones que le sacan mi cabeza y mis manos. Estamos un buen rato antes de darme cuenta de que alcanzo el orgasmo, cuando siento como me chorrea la leche.