Entre uno y otro, un lechazo rapido

Con este tenia poco tiempo. Le habia prometido un lugarcito en mi agenda, porque estaba muy ansioso por conocerme. Pero luego me confirman un masaje completo ahi al toque, asi que nos queda cosa de media hora. Lindo tipo. Carita linda. El cuerpo muy morrudo y con quince kilos de sobrepeso, me confeso, a partir de haber dejado de jugar al rugby. Pero buena energia.

Cuando le planteo el problema del poco tiempo, me dice que trate de relajarlo como pueda. Asi que me siento entre sus piernas, le masajeo las manos y apoyo mi frente sobre su verga gomosa. Se la presiono hacia abajo con mi menton y se le para al toque. Me incorporo para observar el resultado y noto que es una buena pija, no muy larga pero si gordita. "Estoy muy caliente" me murmura él. Le corro el prepucio, para entrar en tema y el se la agarra y me dice que se va se va. Noto como una gota de leche le cae sobre el abdomen y le digo, te fuiste, le masajeo los huevos para optimizarle la sensacion mientras el se vuelve a correr el prepucio para contener la leche.

"Al menos eso demuestra que te guste", me lamento. "Perdón por hacerte acabar de entrada, soy una bestia. Queria ahorrar tiempo". El me pide que no me preocupe. Pasamos el resto del poco rato que tenemos masajeandole los pies y despues me pongo encima suyo para que me pueda acariciar. Me gustan sus manos. Como me tocan. Me tocan la cola. Me tocan el bulto, re comprimido dentro del suspensor. Intentamos volverla a parar a su pija, pero ya no nos queda mas tiempo. Esta por llegar el siguiente y se tiene que ir. Asi es la vida del puto, un desfilar de pijas que se suceden. Todas parecidas. Todas diferentes.

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