Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2021

El príncipe de la poronga

El tipo este me había ubicado por uno de los anuncios en internet. Era impresionante las faltas de ortografía que tenía. Pero aberrantes. "Bos asé masage" me preguntaba por texto. Se ofrecía a mandarme fotos de la pija, porque le habían dicho que era dotado. Le dije que prefería una de la cara. "De la geta" me mandó él. El tipo ni siquiera quería realmente un masaje, quería el culo mío que aparece con mi número en google cada vez que buscás las palabras masajista y puto juntas. "me asés un masajes en mí parte íntima" me decía. Después de varios idas y vueltas, porque el tipo, la verdad, que era un indigente al que yo tenía que hacerle un acto de caridad, finalmente le dí cabida. Yo venía bastante mal por un encuentro bien violento que había tenido con un chabón dominante el día anterior y este tipo, a pesar de su casi analfabetismo bestial, parecía mucho más considerado en comparación y, además de que estaba muy seguro de que me iba a gustar su pija, que l...

Escorpiano violento

Este tipo era un gigante. Un morocho gigante. Sus manos eran enormes. Sus pies eran enormes. Apenas cabía en la camilla. En cuanto lo vi desnudo, lo adoré. Era físicamente un dios. Aparte cubierto de tatuajes. Sí era horrible que tuviera todas las uñas de los pies destruidas por los hongos. Así que eso me impedía masajeárselos bien, porque no quería ni acercarme a los dedos, porque esos hongos son muy contagiosos. Pero sus pies eran descomunales, lo veía y lo deseaba terriblemente como hombre. Deseaba ser sometido por ese cuerpo de dios dormido que tenía. Y cuando me montaba sus piernas encima de mis hombros, para masajearle muslos y pantorrillas, notaba que él descargaba todo su peso encima mío, sin contemplaciones, peso muerto. Y yo, que suelo hacer bien estas palancas, porque son parte de mi técnica, me sentí un poco aplastado por sus piernas, terriblemente frágil debajo suyo. Ahora que lo escribo y que lo rememoro, sabiendo lo que pasó después, me pongo a pensar si eso era porque é...

Gozo por la cola

Este chico creo que es la segunda vez que viene. Salteño. Linda carita, se está dejando estar con el cuerpo, pero eso no es lo importante con él. Tiene muy buen tacto. Eso recordaba de la primera vez. Y ahora que estoy descubriendo cómo se me abre la cola cuando me tocan bien las tetas, eso ha pasado a ser muy importante. Y este chico no viene por el masaje, viene a garchar directamente. "A que le preste la cola", es su expresión. Y yo estoy muy dispuesto a dársela siempre que me la pida, más aún después de esta segunda vez que se la di. Ya desde el vamos, cuando le puse sus manos sobre mis tetas, para que me tocara los pezones, tuve que respirar profundo antes de decirle "cómo me hacés gozar! así vas a poder pedirme lo que quieras!", porque el pibe me ponía en el cielo con sus manos y yo es automático, me pongo re puta, pero re puta cuando me tocan de cierta manera los pezones, pero loca al punto de que me golpearía la cabeza contra la pared. El pibe, rapidísimo, m...